
Representan más del 98% del tejido empresarial del país, pero siguen enfrentando barreras que frenan su crecimiento.
Por CRN Noticias RD
Santo Domingo, R.D. – Mientras los grandes titulares se enfocan en megainversiones extranjeras o en multinacionales que llegan al país, miles de micro, pequeñas y medianas empresas sostienen buena parte de la economía dominicana con esfuerzo, creatividad y perseverancia.
Las MIPYMES representan el 98% del parque empresarial del país y generan cerca del 60% de los empleos formales, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM). Sin embargo, este sector aún enfrenta obstáculos estructurales que limitan su desarrollo y formalización.
Los principales desafíos
- Acceso limitado a financiamiento:
Aunque existen fondos estatales y programas de apoyo, muchos pequeños negocios no califican por falta de historial crediticio, garantías o formalización. - Alta carga fiscal y burocracia:
Para muchos emprendedores, cumplir con las obligaciones fiscales y administrativas se convierte en una carga operativa y financiera difícil de manejar. - Capacitación y digitalización insuficiente:
En un mundo cada vez más tecnológico, muchas MIPYMES aún operan con métodos tradicionales, sin herramientas digitales básicas como facturación electrónica, redes sociales o e-commerce.
Avances y oportunidades
A pesar de los retos, en los últimos años se han dado pasos importantes para fortalecer este sector:
- El programa Banca Solidaria, que ofrece créditos blandos a pequeños negocios.
- Centros PYMES del MICM, que brindan asesoría legal, financiera y contable.
- Iniciativas de formación técnica y digital, en alianza con INFOTEP y universidades.
- Proyectos de digitalización impulsados por el sector privado, como los de Google, Mastercard y Orange Dominicana.
Además, la pandemia aceleró el salto al comercio digital, y hoy muchas MIPYMES venden sus productos por WhatsApp, Instagram o plataformas como Jompéame, Gustazos y Hugo App.
Testimonio local
Mariely Gómez, propietaria de un pequeño taller de repostería en Villa Mella, asegura que sin acceso a microcréditos y asesoría, no hubiese logrado sobrevivir en 2020.
“Yo aprendí a llevar mis cuentas, a usar Canva, y ahora vendo más por Instagram que por el local. Pero hace falta más apoyo real, no solo papeles.”
Conclusión: las MIPYMES necesitan ser prioridad
El verdadero crecimiento económico de República Dominicana dependerá no solo de atraer inversión extranjera, sino de fortalecer el ecosistema de negocios locales. Las MIPYMES no solo generan empleos: dinamizan comunidades, impulsan la innovación y representan la cultura emprendedora dominicana.
Apoyarlas no es solo una decisión económica. Es una apuesta por el futuro.