Por Luis Alfredo Collado/Nueva York.- En el marco del “Día Internacional del Migrante”, la organización Workers World Party (Mundo Obrero) realizó una protesta frente a la alcaldía de la ciudad de Nueva York, dirigida contra las políticas del alcalde Eric Adams y el presidente electo Donald Trump, a quienes acusan de amenazar a los inmigrantes indocumentados con deportaciones.
Entre los manifestantes se encontraban líderes comunitarios, activistas y trabajadores migrantes, que alzaron su voz para exigir un alto a las amenazas de deportaciones y la legalización de los indocumentados. «Los trabajadores indocumentados aportan billones de dólares en impuestos a las ventas, al seguro social, a impuestos federales, estatales y municipales, y al medicare», declaró uno de los organizadores. «Cuando ellos hacen estas contribuciones, nadie les pregunta si tienen papeles».
Portando pancartas y entonando consignas, los manifestantes denunciaron que la amenaza de arrestos masivos es parte de una estrategia de opresión que afecta no solo a los inmigrantes, sino a toda la clase trabajadora. «La avaricia del 1% más rico es la verdadera causa de los altos precios, los bajos salarios y la creciente desigualdad económica. Culpen a los multimillonarios y a las guerras de Estados Unidos, no a los inmigrantes», se leía en uno de los carteles.
La protesta también reafirmó el compromiso para que se mantenga a Nueva York como una ciudad santuario, exigiendo que las autoridades locales protejan a los migrantes indocumentados. «El ataque a los trabajadores migrantes es un ataque a todos los trabajadores», enfatizó otro manifestante.
La organización Workers World (Mundo Obrero) reiteró que los inmigrantes son parte integral de la economía y de las comunidades de Nueva York y que su criminalización responde a una agenda política que desvía la atención de los problemas estructurales del país. Con un llamado a la solidaridad, los manifestantes pidieron a los neoyorquinos apoyar la lucha por un trato justo y digno para todos los migrantes.
La protesta culminó con un llamado a las autoridades para detener las políticas de deportación y a implementar reformas que garantizan derechos y oportunidades para los inmigrantes indocumentados, recordando que la verdadera solución está en la justicia económica y social.