
SANTO DOMINGO. – El centro de distribución agropecuaria más importante del país, Merca Santo Domingo, cuyo nombre oficial es Mercados Dominicanos de Abasto Agropecuario (Mercadom), sufrió un fuerte golpe tras el incendio ocurrido la tarde del pasado domingo, el cual afectó la nave F1, una de las estructuras principales del complejo.
De acuerdo con cifras preliminares aún por confirmar, las pérdidas económicas superarían los 800 millones de pesos, generando preocupación tanto en los productores como en los comerciantes que operan en este importante espacio de abasto.
El siniestro, aunque contenido por los bomberos y autoridades de emergencia, deja al descubierto la vulnerabilidad de la infraestructura agroalimentaria y pone en alerta a los sectores que dependen del funcionamiento constante del mercado.
Merca Santo Domingo fue creado como una iniciativa del Estado para modernizar la cadena de distribución agropecuaria. Está integrado por tres grandes proyectos que apuntan al desarrollo del sector: el Proyecto de Mercados, el Proyecto de Frigoríficos y el Proyecto de Invernaderos, cada uno con una función específica en la cadena de producción, almacenamiento y comercialización de alimentos.
Este centro mayorista forma parte de la visión estratégica del Gobierno dominicano, que a través del Ministerio de Agricultura y mediante la Ley 108-13, del 6 de agosto de 2013, creó Mercadom y la Red Nacional Alimentaria (RENA) para establecer una nueva política de gestión de mercados públicos y mataderos regionales en todo el país.
La entidad es actualmente administrada por Sócrates Díaz Castillo, acompañado de un subadministrador, cinco directores y cinco encargados departamentales, quienes lideran su operación diaria y estratégica.
A pesar de que el incendio solo afectó una nave, se espera un impacto en la cadena de suministro de productos agropecuarios, especialmente aquellos comercializados por mayoristas dentro de la zona siniestrada. Las autoridades no han reportado víctimas, pero ya se trabaja en la evaluación de daños y en un plan de recuperación que permita reactivar las operaciones lo antes posible.
Este incidente reabre el debate sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de seguridad, prevención y manejo de riesgos en infraestructuras clave para la alimentación del país.