
SANTO DOMINGO.– La Federación Nacional de Suplidores de Alimentos y Afines (FENAFIN) manifestó su profunda preocupación ante la posible aprobación del proyecto de Ley de Nutrición y Alimentación Escolar, en los términos en que ha sido sometido al Congreso Nacional, por considerar que pondría en riesgo la salud de los estudiantes y dejaría fuera del sistema a miles de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) que actualmente forman parte del programa de alimentación escolar.
De acuerdo con FENAFIN, muchas escuelas del país no cuentan con las condiciones mínimas para procesar alimentos de forma higiénica, segura y con los valores nutricionales requeridos. Aseguran que cocinar para grandes cantidades de estudiantes no es una tarea improvisada, sino que requiere infraestructura adecuada, formación técnica y estrictos controles de calidad.
La organización también advirtió que el nuevo modelo propuesto implicaría un aumento considerable de las responsabilidades del director escolar, lo cual podría desviar su enfoque principal: garantizar una educación de calidad y velar por el aprendizaje de los alumnos.
“Es una imprudencia grave pensar que los directores puedan asumir funciones administrativas y logísticas tan delicadas como la gestión alimentaria, especialmente en un contexto donde la mala administración de fondos públicos ya representa un riesgo”, señaló FENAFIN en un comunicado.
Asimismo, se alertó que este cambio duplicaría los costos que actualmente asume el Estado en materia de alimentación escolar, sin ofrecer garantías claras de eficiencia, calidad o sostenibilidad.
FENAFIN enfatizó que el sistema actual ha demostrado ser funcional y eficiente, y que transformarlo por uno que ya ha fracasado en ocasiones anteriores—tanto en términos económicos como de seguridad alimentaria—no es una decisión sensata.
La federación también destacó el papel crucial que desempeñan las mujeres en el actual modelo de suplidores. El 80 % de las empresas suplidoras están lideradas por mujeres, muchas de ellas jefas de hogar, quienes han construido sus negocios desde cero con esfuerzo, dedicación y en muchos casos, arriesgando sus bienes personales.
“Excluir a estas MIPYMES del nuevo modelo sería una injusticia inaceptable y un duro golpe para miles de familias que dependen directamente de esta fuente de ingresos”, indicaron.
FENAFIN recordó que cuando el Estado implementó la jornada escolar extendida, convocó a suplidores a invertir, capacitarse y certificarse, lo cual fue asumido con compromiso. Desde entonces, afirman haber cumplido con responsabilidad la entrega diaria de alimentos en centros educativos, a pesar de retos como el clima y los frecuentes retrasos en los pagos.
Finalmente, la organización reiteró su postura firme en defensa de la inclusión de las MIPYMES en cualquier reforma legal que se proponga en el sistema de alimentación escolar. “El desarrollo educativo del país no puede darse a costa del sacrificio de quienes, durante años, han sostenido este programa con compromiso y calidad”, concluyó FENAFIN.