
Santo Domingo.- Mientras el calor rompe récords, los aguaceros inundan barrios y el mar se traga las playas, hay un ejército silencioso que está actuando: jóvenes dominicanos que decidieron dejar la queja y pasar a la acción.
En el ensanche ozama, 3:00 p. m. En pleno solazo, un grupo de voluntarios recoge botellas plásticas del río Ozama. No es la típica escena que se viraliza, pero debería.
“Yo estaba harta de ver cómo todo el mundo se queja del calor, de las lluvias, del sargazo… pero nadie hace nada. Así que con unos panas comenzamos a sembrar árboles y a limpiar una vez al mes. Ya llevamos tres años. No nos pagan, pero nos lo agradece el planeta”, dice Nathalia Guzmán, estudiante de biología de la UASD.
El cambio climático ya no es teoría. Es real. En 2024, la temperatura media del país aumentó en más de 1.2 °C, y las sequías afectaron a más de 250 mil personas en zonas agrícolas. El mar se está comiendo nuestras costas. El sargazo está arruinando hoteles. Pero también está despertando conciencia.
¿Qué se está haciendo?
- El gobierno impulsa un Plan de Acción Climática, pero no avanza sin presión ciudadana.
- ONGs como SOECI, Grupo Jaragua y Reef Check entrenan a comunidades para proteger bosques, playas y arrecifes.
- Desde los barrios hasta las universidades, jóvenes lideran movimientos de reciclaje, movilidad sostenible y educación ambiental en redes.
No todos marchan con pancartas. Algunos graban TikToks, otros diseñan apps verdes, y muchos simplemente enseñan a sus familias a consumir menos.
“No tengo millones de seguidores, pero si tú me ves reciclando y haces lo mismo, ya gané”, dice Nathalia, que además crea contenido educativo desde su Instagram @NatVerde.
El cambio climático no es futuro, es presente. Pero el poder de frenarlo también está aquí. No se trata de salvar al planeta. Se trata de salvarnos a nosotros mismos.
¿Y tú? ¿Vas a seguir posteando desde la playa… o vas a hacer algo para que esa playa siga existiendo?
#CRNNoticiasRD
Lo que pasa, lo que importa.